Ángel Di María tuvo un regreso hostil al fútbol argentino durante el partido Rosario Central contra Godoy Cruz. El plan del equipo mendocino era "pegarle para que no influyera" y "detenerlo a las patadas" con el objetivo de anularlo. Y, por momentos, lograron que “Fideo” no pudiese sacar diferencias con su calidad.
"Lo respetamos porque es un campeón del mundo, pero cuando arranca el partido somos rivales", dijo Franco Petroli, después del empate 1-1 en el Gigante de Arroyito. Leonardo Jara compartió esta postura y dejó en claro que fue un plan consensuado entre el DT y el equipo. "Era lo que teníamos pensado, porque es un jugador de mucha categoría y sabemos que si le dejás espacios te gana el partido", señaló. Roberto Fernández, por su parte, complementó la idea: "¿Cómo lo parás sino? Hay que meter, es el fútbol argentino. A todos nos toca", insistió.
El entrenador de Godoy Cruz, Esteban Solari, concluyó que lo ocurrido fue "normal" dentro del fútbol argentino y que "esto es lo que le va a pasar" a Di María.
El incidente más significativo ocurrió cuando Di María debió salir por un fuerte pisotón de Vicente Poggi. El “Fideo” se retiró de la cancha a los 89 minutos en camilla y con visibles gestos de dolor. "Fue un pisotón ahí en el hueso nomás pero nada, todo tranquilo", dijo “Fideo”.
Vicente Poggi relató la conversación que tuvieron en la cancha: Di María le dijo "'no me pisés, mala leche'", a lo que Poggi respondió "'cómo voy a ser mala leche, te quiero una banda'". Poggi, quien anotaría el gol del empate segundos después, afirmó que el pisotón fue sin querer. "Se ve que lo pisé feo. Le pedí perdón. Lo acaricié, lo toqué como se debe y ya está, no puedo hacer más", indicó.